A Chema… Por Alfonso Machorro

Texto leido en el homenaje en vida en el 2014

Te conocí viejo.  Yo no puedo decir que soy joven, pero tampoco soy viejo. Más bien, diría que te conocí a tiempo. Porque  el tiempo ni es joven, ni es viejo. Te he conocido, cuando tuve que conocerte. El destino nos reunió a tiempo. Tiempo y destino.  ¿Qué no sabrás de eso gran viejo? Permite que te diga, con respeto y cariño “gran viejo”.  He repetido muchas veces la palabra viejo. Sé que a muchos inmoviliza la sola idea de llegar a ser viejo.  Piensan en lo triste que puede serlo. Incluso temen llegar a serlo;  mejor es no decir que todos seremos  viejos. Falta mucho, eso creen. Tú tendrás que decirme ¿Cuándo se es viejo? Porque tú, Chema,  dices no serlo. Y lo creo, ¡claro que lo creo!  Gozas de mayor vitalidad que muchos que tienen pocos años rondando caminos en este valle del Anáhuac, que para algunos son valles de lágrimas, para otros de incertidumbre, para ti son puertas al viento - “por una, se van la vida y los sueños/ por la otra, los fantasmas y los recuerdos…”- puertas que abren caminos; que has recorrido,  que conoces.  ¿En cuántos  dejaste tu huella?  Pasajes de mármol y piedra. Caminos de color y alegría. Eres un andariego, de eso no cabe la menor duda.

La odisea de movilidad estudiantil . Por Irving Sánchez García

Viajar y conocer también es parte del proceso de formación, aventurarse a nuevos contextos, en principio desconocidos, resulta en un gran aprendizaje. Una plática con alguien de otro lugar, de otro estado o país, nos enriquece en muchos aspectos. Ese intercambio de saberes, no necesariamente académicos, termina por ampliar nuestra visión de las cosas, nuestra perspectiva del mundo. Un viaje puede ser tan corto como unas cuantas horas o tan largo como una vida; queda claro que no es lo mismo un viaje turístico que un viaje por trabajo o, en lo que incumbe a este texto, por movilidad estudiantil.

Crítica de arquitectura en América Latina. Por Alejandro Ochoa Vega

En los años 80 del siglo pasado surgió un movimiento, en aras de reivindicar la identidad cultural latinoamericana, frente al dominante eurocentrismo. En 1985 en Buenos Aires se realizó el primer Seminario de Arquitectura Latinoamericana, los llamados SAL y que se han efectuado sin interrupción cada dos años en diversas sedes, entre ellas, Sao Paulo, Manizales, Bogotá, Santiago, Panamá, Tlaxcala, Oaxtepec y el más reciente en Santo Domingo en 2015. Encabezados por Ramón Gutiérrez, Marina Waisman, Christian Fernández Cox, Enrique Brown, Hugo Segawa, Silvia Arango, Ernesto Alva, Concepción Vargas y Rodolfo Santa María entre muchos otros. A lo largo de los años, los SAL han tenido sus altibajos, pero al final se ha mantenido el espíritu por reconocernos por lo que somos culturalmente, y que respuestas damos como arquitectos ante los grandes desafíos del nuevo siglo.

MACARIO JORGE AGUIRRE PUENTE - Arquitecto. Por Victor Manuel Ortiz

...si pudiera pensar a qué dedicarme,
distinto de la arquitectura, escribiría un nuevo
cuento de hadas, porque del cuento de
hadas surgieron los aviones,
y las locomotoras,
y esos maravillosos instrumentos:
nuestras mentes...
todo surgió del maravillamiento.

Louis Khan